Del limón no se tira nada. Desde la piel hasta las semillas, el limón es sumamente beneficioso para nuestra salud. Su piel contiene 15 veces más vitamina C que su jugo. Puedes aprovechar al máximo el limón si lo congelas.
Los flavonoides tangeritina y limonoides contenidos en el limón pueden detener la formación y el crecimiento de células cancerosas e incluso matarlas; este hecho se ha demostrado gracias a experimentos en animales de laboratorio con células de cáncer de mama humano.

También se han realizado estudios con personas que sufren cáncer y consumieron 150 gramos de fruta cítrica, cuatro o más veces por semana. Se demostró disminución de los riesgos de cáncer, incluyendo de cáncer de mama siempre que no se sometieran previamente a terapia hormonal de sustitución.
Se trata del consumo de cítricos incluyendo sin descartar nada, así se consume la pulpa, la piel y las semillas.
La ingesta óptima puede reducir los riesgos de cáncer puede ser de 75g diarios.
Modo de proceder
Puedes apuntarte al agua tibia con limón que tantos beneficios aporta a la salud.
Otra forma muy fácil de aprovechar bien el limón es congelarlo. Se puede congelar entero o cortado en cuartos. Una vez congelado, sólo hay que rallarlo. De esta forma se consumen todas las partes del limón, incluyendo la piel y las semillas. La ralladura congelada es muy refrescante y aromática, ideal para añadirla en bebidas, refrescos, ensaladas, verduras, etc.
Si te parece muy intenso comerlo con la piel, puedes tomar agua tibia con limón, también tiene fantásticas propiedades.